En la población de Kismayo, al sur de Somalia y hace algunos meses, un tribunal islámico condenó a morir lapidada a una niña de 15 años que había acudido ante el tribunal para denunciar su violación colectiva por un grupo de hombres.
Grupo de hombres, los violadores que, junto con otros "voluntarios", participaron en la lapidación de la chica, que fue condenada por... ¡adulterio!
Cuando me cuentan lo de que todas las culturas son respetables, que hay que dialogar y entender a los otros, que como que somos un país civilizado hay que recibir a todos con los brazos abiertos y respetar sus costumbres, me entra un asco cósmico, universal y vomitivo.
Coronel Von Rohaut
viernes, julio 24, 2009
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