La puta renuncia

Mi admirado y jamás suficientemente ensalzado conseller Joan Saura ha declarado que no se presentará a la reelección o sea, que cesa en sus responsabilidades políticas al frente de los imbéciles de ICV, exactamente igual que hace unos meses declaró su ex-pareja, concubina o barragana, la altermundista pijo-ecológica Inma Mayol, que ejercía de ex-comunista reciclada, con bolsos de Louis Vuitton y pañuelos de Hermès, en el Ayuntamiento de Barcelona.

Pero al igual que la otra, el Saura dice que cesa pero no dimite (*), ni borracho o lleno hasta el culo de "ratafía", de su cargo actual y de su "Visa", con el fin de seguir chupando de la mamella hasta el último minuto, por más daño que las decisiones e iniciativas (sic), suyas o de sus secuaces, hagan un daño irreparable al país.

Y dice que no se presentará porqué, por más burro (perdón a todos los maravillosos asnos o "guarás" catalanes) que sea, ha de saber de sobras que en las próximos elecciones los ineptos chuloputas de ICV no se comerán ni una rosca, después de su brillante actuación en el "tristpartit".

Que Dios les perdone. A mí no me da la real gana...

Coronel Von Rohaut

(*) El filólogo Carod hizo lo mismo pero él no cesó voluntariamente si no que el "sheriff" de Ripoll, el Puigcercós, le echó a la puta calle. Pero también le deja seguir amorrado a la teta...