Hoy, 1º de Octubre, China exhibe una monstruosa parada militar, para celebrar el 60º aniversario de su renacimiento, con muchos miles de gentes desfilando y con una gran muestra de los últimos materiales de defensa y de alta tecnología, diseñados y fabricados en aquel país ni tan lejano ya, ni mucho menos, pobre país.
Seguramente estaré en disposición de mostrar algunos de estos últimos modelos de tanques, cohetes, aviones, etc., de fabricación nacional pero a mí, que soy un romántico, lo que más me ha llamado la atención, son estas aguerridas "chinitas", vestidas de rosa y con botas blancas y, casi, en minifalda (por lo menos, para los cánones o parámetros de la moda militar...).
Y es una buena, una inmensa gran noticia. Nada hay más eficaz, para ir barriendo los restos del comunismo y particularmente de la asquerosa y proletaria "revolución cultural maoista", que una buena minifalda.
El futuro será de los chinos y de las chinas, que están buenísimas (*). Sobre todo cuando en la plaza de Tiannamen las pancartas de "Make Love, not War" cubran los viejos tanques.
Coronel Von Rohaut
(*) No así de las japonesitas que mayormente, las pobres, parecen unos macacos...
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