A menudo leo en la parcial y pro-palestina prensa española lo malvados que son los gobernantes israelíes (y todo el pueblo judío, en general) al tener cerradas, a menudo, las fronteras de Gaza con Israel y, para limitar el paso habitual de terroristas, imponer unos crueles controles fronterizos a toda la población palestina, que les impide ir a trabajar a Israel, entrar mercancías necesarias y productos imprescindibles, etc.. O sea, es cierto en parte, si bien Israel tiene derecho a protegerse de sus enemigos y si estos viven y se esconden entre la población civil palestina, pues mala suerte.
Pero ahora he sabido (no por medios españoles) que también Egipto tiene previsto cerrar a cal y canto el paso de Rafah, la frontera entre Gaza y Egipto, con lo que se agravarán más, si cabe, los problemas de los palestinos para recibir suministros, sobrevivir, existir. Y esto lo hacen los egipcios, sus "hermanos" árabes y musulmanes. Y esto, ¡oh casualidad!, no lo veo reflejado en ninguna noticia de prensa española. Porqué esta noticia rompe el monopolio, la exclusiva, de la maldad "nazi" de los "sucios judíos" hacía los pobres palestinos y, como dice el viejo aforismo del (mal) periodismo: "no dejes nunca que la verdad te estropee una buena noticia".
Solo hoy y en un artículo publicado en La Vanguardia por una investigadora de la Universidad de Harvard, se trata el tema con una cierta imparcialidad. Relativa ya que los judíos siguen apareciendo como los mayores culpables de los males de los pobres palestinos (que estos sí que son las víctimas ¿inocentes?, no todos) pero no se resaltan los motivos de los gobernantes israelíes para actuar como actúan. Pero por lo menos se habla de los demás culpables o cómplices interesados, como ahora Egipto y su anunciado cierre de frontera.
Coronel Von Rohaut
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