En la base de pruebas aeronavales de la US Navy de Lakehurst se ha probado, por primera vez con éxito (un ensayo anterior había fallado y retrasó el programa), la nueva catapulta electromagnética que equipará los nuevos portaaviones de la clase "Ford".
De no entregarse a tiempo el nuevo equipo, en mayo del 2011, en los astilleros de Newport News, ello demoraría la terminación del navío cuya entrega operativa está prevista para septiembre del 2015. Conservar las catapultas de vapor significaría, ahora, un encarecimiento del buque y un paso atrás.
La prueba se realizó con un "Super Hornet" como el de la imagen (se distingue por las tomas de aire cuadradas en lugar de las ovaladas del "Hornet"), que fué lanzado a 180 nudos y, a pesar de la gran fuerza electromagnética necesaria, que a bordo será suministrada por los nuevos motores nucleares de la clase "Ford", no se produjeron interferencias con la electrónica del avión ni de su armamento.
Coronel Von Rohaut
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