Siempre me han gustado los coches deportivos que, sobre todo antes, cuando los motores eran delanteros y situados longitudinalmente, tenían un largo capó y el puesto de conducción muy atrás. Como, por ejemplo, y muy concretos ya que ambos me encantaban, el Jaguar XK 120 de los años 50's y el AC Cobra Shelby de los años 60's. De diseño británico.
Y lo mismo ocurría con los aviones. Con sus grandes motores y hélice delantera, los P-51 Mustang y el F4U Corsair, tenían la carlinga o cabina del piloto muy retrasada y su línea me gustaba.
Luego, con la llegada del reactor que, en los aviones monomotores como son la mayoría de aparatos de caza, el cuerpo del motor (o de los motores cuando son dos) va situado dentro del fuselaje y detrás del piloto, con lo que éste vá sentado muy adelantado, en el morro del avión, como en el F-14 Tomcat.
Claro que esto es una gran ventaja para el piloto, sobre todo en los cazas aeronavales en los que, al apontar, hay que encabritar el morro para que enganche el garfio trasero. Si encima tienen todo el capó delante suyo, el piloto casi no vé nada. Con el actual puesto de mando adelantado, es mucho más cómodo ya que se dispone de mayor visibilidad. Pero me gusta menos y qué se le va a hacer...
Coronel Von Rohaut
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