La rápida santificación de José María Escrivá, fundador de la ultraconservadora secta del Opus Dei, y ahora la todavía más rápida beatificación del Papa Wojtyla, llamado Juan Pablo II y gran protector de dicha facción de la iglesia católica, debe ser la prueba del poder de la "carcundia vaticana".
Porqué beatificar al Juan Pablo que con sus posiciones retrógradas hizo recular algunos de los avances sociales de la iglesia bajo Juan XXIII y Giovanni Montini o Pablo VI, me parece aberrante.
Claro que ya se lo harán.... y que defendiendo posiciones más modernas y liberales de la Iglesia tampoco incrementan su parroquia en los países occidentales y europeos o civilizados y cultos.
Pobres...
Coronel Von Rohaut
domingo, mayo 01, 2011
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