O la Merkel está, también ella, muy floja de dinero y necesita hacer caja, o los Eurofighter “Typhoon”, construidos por un Consorcio europeo con participación alemana, han salido tan flojitos o poco polivalentes como dicen muchos especialistas o es que, definitivamente, no les gustan a los aviadores alemanes.
Porqué la Luftwaffe dispone de unos 140 de los 170 ordenados inicialmente (que ya era un pedido recortado). Y ahora busca venderse el máximo que pueda de ellos, de segunda mano; de momento le ha ofrecido un paquete de 8 a Bulgaria, que duda en gastarse tanto dinero. También pretende recibir pedidos de materiales usados y de ocasión de otros países del Este.
Y, por descontado, ya ha anunciado que no piensa retirar, ni pagar, los 30 y pico que le tocan de la tercera y ultima entrega (tranche 3) y que deberían sustituir a los últimos y obsoletos “Phantom” que todavía les quedan en servicio en la Luftwaffe. O sea, que el “Typhoon” puede considerarse, militarmente, un fracaso; así y todo el Consorcio, por medio del Reino Unido que es el principal usuario, consiguió exportarle una partida a la Arabia Saudí mientras que el “Rafale” francés, mucho más eficaz y operativo, no ha conseguido, hasta la fecha, ni un solo pedido exterior.
Quizás el Euofighter no cumpla con las expectativas depositadas en él pero, en general, la venta de aviones europeos sufre por la competencia despiadada de los americanos que, a unos precios mucho más baratos por la cantidad que producen o por las ofertas que pueden hacer de materiales de segunda mano pero en buenas condiciones (“F-16”, “F/A-18” “F/A-18 E/F”, etc.), baratos, abundantes y disponibles, pueden añadir una brutal presión política sobre los eventuales compradores.
Coronel Von Rohaut
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