El adiós ejemplar de Josep Guardiola, el "Pep" (hijo favorito de Santpedor, el pueblo de mi abuela), su relevo impecable, sus palabras emotivas sin caer ni en la llantina ni en la sobreactuación, las manifestaciones medidas (y afortunadas al anunciar al sustituto del ya mítico técnico saliente) de Sandro Rosell y, en este caso y especialmente, de Andoni Zubizarreta que habló con perfecta corrección (rara en un futbolista español) y tanto en el fondo como en la forma, han vuelto a poner a cada uno en su sitio.
Digan lo que digan los "futboleros" y los "peloteros" de las infames e infumables tertulias madrileñas (incluidos algunos de Barcelona). Y sobre todo si lo comparamos (¿no deberíamos tener más caridad cristiana y evitarlo?) con las apariciones de los Mourinhos y Karankas (este pobre imbécil no era así; se ha transformado, a peor, a la vera de su jefe y del ambiente tóxico de la capital).
De la podredumbre mesetaria y cavernícola, esta vez he de hacer una excepción: el perfecto editorial del Director de AS, Alfredo Relaño, en las antípodas de los Ronceros, Siros, y demás payasos de la tele.
¡Gracias, sois un orgullo!
Coronel Von Rohaut
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