viernes, mayo 18, 2012
El escudo y la lanza
Desde tiempos inmemoriales o desde la noche de los tiempos en que los hombres ya se empezaban a atizar (*), no ha cesado la pugna entre el escudo para protegerse y la lanza para atacar.
De los escudos de piel se pasó a los de madera y luego a los de bronce, a medida que las espadas se alargaban y las flechas eran más puntiagudas.
Contra la carga a caballo, con gran fuerza cinética, de un soldado armado con una lanza pesada, se inventó la armadura metálica total; que empezó a quedar desfasada cuando las flechas se dispararon con mayor potencia gracias al "long bow" y, sobre todo, a las ballestas, "arbalette" en francés o "cross bow" en inglés (armas que llegaron a estar prohibidas por la Iglesia, que las consideraba de fuerza desmesurada). Pero todas estas defensas se fueron al cuerno al inventarse (o adaptarse) la pólvora y las armas de fuego.
Ni las armaduras resistían las balas, ni las murallas a los cañones. Pero se inventaron nuevos tipos de fortificaciones, como los "blockhaus", para los que se pusieron a punto nuevas bombas perforantes, etc. etc.
Los israelíes modificaron el paradigma cuando decidieron que su escudo era la aviación y que, con el domino del cielo y el aniquilamiento de la fuerza aérea enemiga en el suelo, y luego el ataque aéreo contra los tanques del adversario, su lanza, las fuerzas mecanizadas acorazadas y sus tanques avanzando a gran velocidad y al estilo de la alemana "blitz krieg" o guerra relámpago, serían invencibles; y lo fueron durante bastantes años.
Los cañones de los tanques han ido creciendo de calibre y sus municiones de poder perforante, mientras que su blindaje, con nuevos materiales "composite", se han ido mejorando; pero la lucha entre la lanza y el escudo jamás acaba de estabilizarse totalmente a favor del uno o del otro. Y ahora, a los missiles balísticos intercontinentales (con o sin cabeza termonuclear), se les opone el escudo de los missiles anti-missiles dirigidos por potentes radares electrónicos.
Y todo ayuda a que la tecnología, la humanidad, avance. Aún que sea a lo bestia... y aún que cada día la policía vaya más con escudos y que se estudie darles escudos también a algunos soldados, ni que ahora sean de plástico.
Coronel Von Rohaut
(*) La guerra es inevitable ya que está en el ADN humano; y como que al final alguien te la va a querer meter, más vale estar prevenido. De aquí la necesidad y existencia de los ejércitos.
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