martes, mayo 29, 2012
Viva el confort
La guerra sigue siendo dura, se pasa por momentos brutales y los hombres sufren penalidades difíciles de creer, pero nada que ver con las penurias y miserias del pasado: las retiradas napoleónicas e hitlerianas de Rusia, la guerra de trincheras de la IGM, las guerras en la jungla o en el desierto, etc.
El cuerpo de "marines" confiesa que un 60% del combustible utilizado (aparte del carburante de las aeronaves) lo es para los aparatos de acondicionamiento de aire.
Y ahora pasa una demanda de ofertas para sistemas de refrigeración (para los ordenadores en campaña, para los alojamientos de las tropas, para enfriar agua y bebidas, etc.) más eficientes y económicos.
Me parece bien que la humanidad mejore, en su calidad de vida, en todos los campos.
Coronel Von Rohaut
(PS) Todos recordamos las películas sobre, por ej., la guerra de Birmania, con los soldados llenando sus cantimploras en aguas estancadas e infectas y a las que añadían pastillas de cloro. Ya desde Vietnam pero, sobre todo, en la guerra del desierto en Irak, el suministro de agua mineral embotellada a las tropas en campaña ha sido habitual y un gran negocio, incluso para algunas marcas europeas; especialmente Evian. Un soldado en movimiento en aquel ambiente necesita, como mínimo, tres litros diarios de agua para hidratarse.
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