Es un problema candente que está sobre la mesa en Francia (y otros países) y es la posibilidad de llevar ante la justicia ordinaria temas castrenses y cuya exposición a la opinión publica puede afectar a temas de seguridad nacional.
Últimamente varios padres de soldados franceses muertos en acción en Afghanistan, por ejemplo, han llevado ante los tribunales a los oficiales que les mandaban y, subsidiariamente, al estado, por si hubo negligencia o imprudencia por parte de dichos mandos que causara el fallecimiento de sus familiares. Y un alto oficial tuvo que recordar a la prensa que la guerra no es inocua y que morir y matar forma parte de su trabajo...
Pero esto también conlleva que los jueces deban pedir información al ejército y que este tenga que desclasificar documentos como, por ejemplo, los informes de RETEX (retour d'expérience o informe al regreso de una misión) que quizás sería mejor permanecieran secretos para no perjudicar el desenlace de futuras expediciones.
Los socialistas recién llegados al poder, bajo la rimbombante frase de "la verdad es un derecho de Estado", ya están pidiendo ciertas desclasificaciones o levantamiento del secreto militar.
¿Donde iremos a parar...?
Coronel Von Rohaut
(PS) En las imágenes, un tirador de la Légion apostado en Afghanistan, y una unidad de blindados ligeros disponiéndose a salir de patrulla hacía el Valle de Uzbin, donde un pelotón militar francés fue emboscado por el "taliban".
Los familiares de las victimas, siguiendo los comentarios de varios analistas, culparon a las autoridades por la ausencia de "drones" tácticos que, con su vigilancia desde el aire, hubieran evitado la emboscada; y que luego, la tardanza en la llegada de los fuegos de apoyo (helicópteros de ataque y morteros), incrementaron las victimas, expuestas durante demasiado tiempo al fuego enemigo.
Ni que tengan razón, no parece viable que cada misión, cada combate, haya de ser analizado por un juez civil. No es su trabajo.
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