La CUP, un partido independentista catalán pero muy escorado hacía la izquierda radical y que en los últimos tiempos ha cogido mucha fuerza municipalista, después de muchas dudas y luchas internas ha decidido dar el salto y presentar listas en las próximas elecciones autonómicas.
Cuantos más seremos más nos reiremos, pero... quiero recordar y ya lo he comentado aquí alguna vez que, en una conversación de sobremesa ya hace algún tiempo con un miembro destacado de esta formación política, al defender yo la necesidad de hacer fuerza todos juntos para un fín común, la independencia de Catalunya, mi interlocutor me asustó, y mucho, al decirme "independencia sí, pero solo si es para cambiar la sociedad".
Y este no ha de ser, jamás ni el tema, ni el objetivo, ni siquiera el fín. Si no que, independencia sí y nada más... hasta conseguirla. Luego, que cada partido presente su programa y que la gente, libremente, vote a quien le rote de los cojones y según su ideología o preferencia (*).
Desgraciadamente, un profesor de una prestigiosa universidad americana se hace eco de este asunto y recuerda que, en el año 1936, también en el bando republicano, se peleaban sobre si hacer la revolución o primero ganar la guerra. Mientras discutían, perdieron la guerra y no pudieron hacer la revolución.
Amigos de las CUP, no me toquéis los huevos ni, una vez más, lo mandéis todo a tomar pol culo.
Coronel Von Rohaut
(*) Por cierto, otro periodista, confío en que imbécil ya que hay mucho imbécil suelto entre los periodistas, dice que con la irrupción electoral de las CUP, en Catalunya y entre los partidos independentistas, habrán tres para repartirse el voto de izquierdas: CUP, ERC y SI. Quiero entender que por error ha puesto SI, mi partido, en lugar de los ecosocialistas y ex comunistas de ICV. Pero he de preguntar, seriamente, a los dirigentes y amigos de SI, si se sienten de izquierdas; en cuyo caso me voy y voto a Convergència, ahora que parece que el Mas ha pasado el Rubicón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario