jueves, marzo 07, 2013

La prostitución de las palabras

Una cosa es que, según los países y por su tradición cultural, una misma palabra indique conceptos muy distintos. Por ejemplo en los USA, les llaman "liberales" y casi como un insulto, los republicanos y derechistas a los demócratas, lo que allí  vendría a ser un sinónimo de "progre" y del europeo "socialdemócrata" o "socialista" a secas (no marxista, eh).

Contrariamente, en la Inglaterra de la Revolución Industrial, "liberal" era el capitalismo manchesteriano o salvaje. Mientras que los actuales "liberales" europeos vienen a ser una especie de capitalistas moderados pero que rechazan el excesivo intervencionismo del estado.

Liberales en un sentido económico extremo (que en un sentido social no lo veo mal, si no todo lo contrario), en los USA serían los "neo con".

Pero estos "neo con" y todavía más escorados hacía la derecha como los americanos del "Tea Party" serían, en España, los que, de forma torticera, se autodenominan "liberales".

Porqué hay en España un grupo de potentes neo-franquistas, ultranacionalistas y centralistas, proto-facistas y totalitarios, que ideológicamente se autodenominan "liberales", en una clara prostitución de esta palabra.

Lo señala un periodista que relata la concesión del premio Trías Fargas (un notorio y civilizado político y economista liberal catalán ya fallecido) al también economista y liberal catalán Joaquim Muns.

Pero no da nombres. Yo voy a citar algunos de estos "pseudo-liberales" hispanos, para que se me entienda. La Esperanza Aguirre, el José Maria Aznar, el Federico Jiménez Losantos, Juan Carlos Girauta, Vargas Llosa, Manuel Pizarro, ¿Que se me entiende...?

Coronel Von Rohaut

(PS) Liberal, económicamente, de "pro", y que les da cincuenta mil vueltas en cuanto a nivel intelectual a todos estos gaznápiros que he citado, sería el economista americano-catalán Xavier Sala i Martín. Con el que se estará de acuerdo o no y en todo o en parte; pero se le entiende todo porqué domina ampliamente los temas de los que habla.
¡Ah, y todo y su "liberalismo" económico, es profundamente catalanista e independentista pues defiende, como yo, que solo siendo un Estado soberano Catalunya puede salvarse.

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