En un estudio sobre el porcentaje de votos independentistas en las pasadas elecciones, en el área metropolitana o municipios de la primera corona de Barcelona-ciudad, queda claro y como era de esperar, que el indice más bajo e incluso notablemente bajo, penoso, se da en aquellas poblaciones con mayor densidad (o así lo estimo yo) de charnegos (*). Exactamente, en Ciutat Badía (ahora Badía del Vallès) y Santa Coloma de Gramenet, y hasta por encima de Sant Adrià de Besós, Cornellà o l'Hospitalet de Llobregat, por ejemplo.
Mientras que en Barcelona-ciudad y analizando por distritos. me sorprende que en barrios como el mío, Sarrià-Sant Gervasi, con fama bien ganada de estar habitada por peperos españolistas o, como mínimo, de convergentes bienestantes y nacionalmente tibios, se dió el segundo mayor porcentaje de votos independentistas, solo un poco por debajo de Gracia y por delante de l'Eixample.
O sea que, en resumidas cuentas y para el independentismo o movimiento soberanista catalán, anhelante de un Estado propio, es más obstructivo el charneguismo (pasota, inculto o equivocado y mal informado) que el peperismo o españolismo militante.
O que quizás es mas difícil hacer pedagogía con buenas pero numerosas gentes, viscerales y con poca formación y criterio, que luchar contra cuatro energúmenos que no son más de cuatro pero que defienden intereses bastardos y espurios, contrarios y opuestos a los de catalanes de toda la vida, honrados y no traidores.
Claro que esto sería a afectos electorales y del recuento de votos. Porqué en lo que es a influencia y poder, capacidad de tocar las pelotas y hasta arrancarlas, no se puede comparar un pobre gato de suburbio a las malvadas y perversas "peponas" de la Sánchez Camacho, Llanos de Luna, etc., y sus chulos "fachas".
Ni a los "macarras" de Ciudadanos y sus pequeñas hetairas; una subespecie de peperos rabiosos.
Puras demoscopia y sociología de salón...
Coronel Von Rohaut
(*) Los denomino así y solo a efectos descriptivos, para entendernos y por la vía corta, sin ningún ánimo, lo juro, despectivo ni peyorativo.
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