lunes, marzo 11, 2013
Sobre la cultura industrial de las naciones
Hace unos días trataba yo sobre el final de la "revolución industrial" en Catalunya y que en España jamás había entrado demasiado.
Y ahora, al traer aquí a los paracaidistas checos, me viene la siguiente comparación: mientras en España donde, salvo alguna marca de escopetas y cartuchos de caza, no queda ya ninguna de las numerosas fabricas de armas, largas y cortas, que habían existido (casi todas en el País Vasco), ni siquiera ninguna fabrica de municiones que son ya todas de importación, tanto para el ejército como para la policía el ejército español, al modernizarse, ha tenido que acudir al fusil de asalto (buena arma) alemán H&K G-36 (imagen de arriba), montado en la fábrica de Santa Barbara en La Coruña, pero de diseño (y principales piezas) alemán.
Mientras que los checos, pequeño país de 10 millones y medio de habitantes pero de fuerte influencia cultural, especialmente industrial, alemana (*), han sabido diseñar y fabricar su propio fusil de asalto moderno y que lo exportarán a la India. El CZ-805 "Bren"... que algún especialista dice que tiene alguna similitud con el "SCAR" de la FN belga. Y al que en sus raíles "picatinny" se le pueden acoplar diversos complementos o accesorios (linterna, apuntador láser, visores telescópicos y/o de visión nocturna, etc.) también de fabricación propia checa (en la imagen ampliada se le aprecian los detalles).
Y es lo que hay...
Coronel Von Rohaut
(*) En la antigua Checoeslovaquia, en el Oeste se agrupaba toda la industria pesada siderometalúrgica (automoción, armas, etc.), mientras que en el Este, Eslovaquia era más pobre y principalmente agrícola. Pero con la partición o escisión, libre y pacífica, de Eslovaquia, incluso ésta ha mejorado su situación económica y, ahora, la suma de las dos partes es muy superior a lo que era antes un país unido pero separado por dos culturas y sentimientos distintos.
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