Es lo que se preguntaba, retóricamente, el pícaro Josep Pla cada vez que observaba algún evento demasiado vistoso: ¿Y todo esto quién lo paga?
Y es lo que me preguntaba yo ayer noche cuando daban las imágenes del rescate de unos espeleólogos sacados de una sima cántabra en la que se habían perdido.
Hubo que movilizar varios especialistas de la Guardia Civil, un helicóptero, etc. Y todo esto cuesta un pastón. Especialmente la gestión de un helicóptero y lo sé de primera mano ya que donde yo trabajaba teníamos un "Bell" modelo 206 "Jet Ranger", de turbina y de cinco plazas y que, aparte el gran consumo de combustible y el gasto de mantenimiento (revisiones) y de personal (piloto, gerente, etc.), estaba la amortización ya que un aparato de estos costaba muchos millones. (*)
Y no parece bien que los gastos de salvamento de unos señores que se pierden en un agujero, por placer u ocio y por llevar a cabo su "hobby", igual que ocurre en los numerosos salvamento de montaña que hay que hacer a lo largo del año para salvar a domingueros que quedan colgados de unas piedras o se pierden en un bosque, los tengamos que pagar entre todos con nuestros impuestos.
Que les cobren el coste a los afectados que se han puesto en peligro voluntariamente. Que lo pague su Federación y con el seguro que ya tienen concertado. Y si no están federados, pues que lo paguen ellos y, si no pueden, pues a trabajos forzados; y sabrán lo que cuesta un peine.
Que otra cosa son los salvamento en casos de catástrofes naturales (riadas, terremotos, accidentes, naufragios, etc), en cuyo caso es lógico que actúen los servicios de socorro del estado, incluido el ejército si hace falta. Pero no para rescatar a un "surfista" que se ha caído de su tabla en un día de mala mar en que no debería de haber salido...
Coronel Von Rohaut
(*) Pero era un placer viajar en él.
jueves, agosto 22, 2013
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