Anteayer y frente a las costas de Boulogne-sur-Mer, en el norte de Francia, los buceadores de la marina nacional francesa hicieron explotar una bomba de aviación inglesa, de 500 kilos, que databa de la IIGM y que había sacado en sus redes un pesquero local.
El equipo de desminadores fue bajado en helicóptero a bordo del pesquero y después de examinar la bomba recomendaron fuera devuelta al mar (con mucho cuidado), donde fue destruida.
Cada año, en el litoral de las costas francesas se encuentran unos 1.000 objetos explosivos que han de ser neutralizados por especialistas y que son un peligro para la población civil, especialmente ahora con la masificación de las playas y de la practica del buceo; y esto que ya han pasado un montón de años...
Coronel Von Rohaut
sábado, agosto 24, 2013
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1 comentario:
Certament, mines i explosius no detonats són un perill. Als Països Baixos, la Guàrdia Costanera s'ha convertit en un referent d'EOD sub-aquàtica.
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