Aparte de grupúsculos antisistema y residuales, como las distintas facciones de nostálgicos falangistas y "blas piñaristas", en primer lugar están, todavía, los "peperos", pero bajando.
Luego vienen, y creciendo, los "Ciudadanos", pero que no tienen discurso político. Tan solo un anticatalanismo militante, furibundo y nauseabundo. Como su ultima incorporación, el tertuliano Javier Nart (hijo de un fiscal franquista) y siempre con cara de loco cabreado.
También circulan las agrupaciones como la del profesor Francisco Caja, un riojano barbudo que se nos ha establecido aquí para tocarles los cojones a los de aquí, con su "Convivencia Cívica Catalana", que ni es cívica ni convivencial, ya que toda su lucha es contra el catalán y su enseñanza. La guerra a la inmersión lingüística es su único caballo de batalla...
Y ahora acaba de fundarse (imagen superior) una "Sociedad Civil Catalana" (que caben todos en un teatro) que tiene de todo menos de catalana, ya que defienden el españolismo de Catalunya (*). Y precisamente en Catalunya, su nombre es una prostitución, una malversación y mal uso de la denominación "Sociedad Civil", tan potente siempre en la dinámica sociedad catalana. Pero son cuatro gatos... y con cara de bobos (**).Coronel Von Rohaut
(*) O sea, su sumisión a Castilla, su complementariedad y falta de soberanía nacional, su opresión, sometimiento y vejación constante. Su explotación económico-financiera, y el arrasamiento de su lengua y cultura mediante el intento de asimilación. La negación de su historia.
(**) Cuando seamos independientes habrá que organizar un viaje en tren pero no para ir de romería a Lourdes, si no a Fátima y, al pasar por Madrid, descargarlos con un volquete, en el ridículo Manzanares...
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