La resolución del problema de la alcaldía de Girona con la dimisión del escogido (por Puigdemont) Albert Ballesta, ha sido un pequeño escándalo.
Intentó gobernar con PP y C's (¡oh, vergüenza!) y al final ha pactado con el PSC en lo que, digamoslo claramente, es una cagada "convergente" que enturbia y ensucia la capital de la Catalunya más "indepe". Su sucesora no ha recibido un buen legado ni ellos han dado una buena imagen.
¡Los del PSC, ahora más españolistas que nunca, en el gobierno de Girona!
Y ahora, en vez de decir "duras menos que un caramelo a la puerta de una escuela", se dirá "duras menos que el alcalde de Girona".
Coronel Von Rohaut
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