El redactarlo y documentarme previamente para hacerlo me ha producido un innegable placer intelectual, pero todo cansa y todo se acaba.
Y a mi me han agotado, sobre todo anímicamente y entre otros temas:
- La larga e infructuosa espera, hasta ahora y soy pesimista para un futuro cercano, de ver y poder proclamar la independencia de Catalunya. No sé si la veré...
- El tener que exponer, casi a diario, los evidentes e innumerables ataques españolistas a Catalunya.
- No solo los que son fruto de la brutal catalanofobia general imperante en España (salvo honrosas pero muy escasas excepciones), si no los directos ataques castellanos a Catalunya, los catalanes y sus anhelos, aspiraciones y necesidades a veces acuciantes, por parte de seres viciosos y malvados como el Ministro del Interior y los sucesivos Ministros/Ministras de Fomento y de Obras Públicas.
- Soportar las actitudes chulescas de los Montoros y Sorayas, pero también los ninguneos y ataques, mas o menos velados, de los Felipes Gonzalez y otros dirigentes de la pseudo-izquierda que, en teoría deberían ser más comprensivos pero que, en el fondo, todos son igual de hispano-centralistas, anticatalanistas y castellano-céntricos.
- Sufrir la incomprensión de catalanes mentalmente cerrados o limitados, "botiflers" (o sea, interesados por motivos espurios) pero también personas decentes pero mal informadas, afectadas un un "síndrome de Estocolmo" hacía el sometimiento de Catalunya a Castilla durante siglos y su opresión y expolio económico, y que se niegan a abrir los ojos a la realidad que les circunda.
- Pero también me ha agotado el continuo degoteo de ataques terroristas por parte del islamismo radical y el djihadismo, a lo que no veo solución viable. Tenerlo que explicar (o vivirlo) casi a diario y sentirse impotente ante él.
- Me tiene realmente horrorizado pero también alienado y un poco desesperado ante mi impotencia (otra vez la impotencia), el observar la aparentemente imparable invasión musulmana de los territorios de la cristiandad, en la otrora "blanca" y civilizada Europa, germen y epicentro de la Ilustración y de la modernización, que está sucumbiendo ante el empuje demográfico y arrasador del retrógrado, cruel y oscurantista islamismo mahometano. En manos, quizás, de unos pocos salvajes, pero que no parece que los musulmanes moderados (si los hay, que lo dudo) sean capaces ni quieran enfrentársele.
- Y no parece que Occidente, con sus irresolutos y pusilánimes dirigentes actuales, sea capaz de iniciar unas nuevas Cruzadas.
- También me tiene hastiado el ver la deriva de lo que tenía que ser una Unión Europea fuerte y decisoria en la escena mundial. Que si quizás se hubiera circunscrito, como en sus inicios, a lo que era la Europa "carolingia", sin querer abarcar demasiado, hubiera sido más fructífera y viable.
Por todo lo anterior y dando las gracias a los que me han ido siguiendo a lo largo de estos años, a quienes pido perdón por los posibles errores y, a veces, algún insulto, paso a despedirme.
Hasta siempre.
"Amics, adéu siau...!"
Coronel Von Rohaut
(PS) He querido abrir y cerrar este mi ultimo escrito, con dos de mis imagenes bélicas preferidas y que también reflejan que ya tengo más pasado que futuro.