jueves, junio 28, 2018

Por qué soy racista, que lo soy un poco...

A pesar que los negros americanos o afro-americanos como se les conoce ahora, ya llevan muchas décadas liberados de la esclavitud y pudiendo aprovecharse (con muchos problemas y dificultades, sin duda...) de una educación libre y gratuita en los USA, la inmensa mayoría siguen hundidos en la pobreza, la marginación y la ignorancia, sin hacer ningún esfuerzo para trabajar y salir adelante; lo que si hacen muchos hispanos y asiáticos, refugiados en los USA mucho más tarde, pero que se han espabilado y prosperado (trabajando duro, naturalmente).

Una gran mayoría de jugadores negros de la NBA no conocen a su padre, por pertenecer a familias monoparentales o desestructuradas y ser hijos de madres pobres, solteras y/o abandonadas.
Y todo esto ya se lo reprochó a sus conciudadanos negros o mulatos, alto y claro, el Barack Obama, en un famoso discurso que, por lo visto, les entró por un oído y les salió por el otro. Que dicen los "negritos" que trabajar es muy duro y que a ellos les va el baile (y robar, y drogarse, y trapichear) y que a sus hijos les alimente y les (mal) eduque la madre que los parió; o que si no, por qué se abría de piernas tan fácilmente...
Un sabio americano, el doctor en biología James Watson. Premio Nobel por haber descubierto la doble hélice del ADN, ya dejó dicho, en un famoso estudio, que los negros eran genéticamente inferiores a los blancos y muy incapaces de prosperar intelectualmente si se seguía pretendiendo educarles como a blancos (*).
Pues eso...

Coronel Von Rohaut

(*) De lo que tuvo que desdecirse al ser repudiado por la comunidad científica (e hipócrita) que lo acusó de racista. Cuando se limitaba a constatar un hecho pero que no era "políticamente correcto".

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