Periodistas especializados, en publicaciones aeronáuticas y programas de radio Europa 1 sobre temas de defensa, en base a las informaciones suministradas por las autoridades militares debidamente constrastadas con pilotos en activo, han llevado a las siguientes conclusiones:
- El piloto, rescatado por uno de los helicópteros Pedro, el Alouette III, no permaneció más de 10 minutos en el agua.
- Se descarta cualquier defecto del avión (lo que hubiera perjudicado los esfuerzos de exportación) si bien el piloto, muy experimentado y con más de 2.000 horas de vuelo, también parece que actuó correctamente. Pero, quizás, los procedimientos a seguir no estaban suficientemente experimentados. Según uno de los pilotos consultados, lo ocurrido jamás hubiera debido llevar al aparato a estrellarse en el agua.
- Todo se inició al encenderse un "sensor rojo"o alarma de nivel de gasolina, al poco de elevarse el avión. El encendido de dicho "chivato" comporta la orden de vaciar los depósitos suplementarios debajo de las alas, con el "vacía-rápido", cosa que realizó el piloto, por si hay que efectuar un aterrizaje de emergencia.
- Pero al volver dicho sensor al "verde", el tripulante prosiguió el vuelo y se dirigió hacía otro "Rafale" en función de cisterna (*), para repostar el combustible vaciado.
- Al no haber largado los depósitos suplementarios (a lo que, al parecer, no estaba obligado y este podría ser uno de los fallos de procedimiento), el sistema de "vacía-rápido" no se había cerrado y se perdió el combustible nuevamente recibido.
- El avión, sencillamente, sufrió lo que en francés dicen una "panne sèche" o sea, se quedó seco, sin combustible y sin posibilidad de volver para apontar y el piloto se eyectó muy cerca del portaaviones.
- Los restos reposan a una profundidad de 2.500 metros y la marina francesa estudia su recuperación, y las de las "cajas negras", lo que solo es cuestión de coste ya que los elementos técnicos para realizarlo los tienen. Al parecer, una de las fragatas de escolta detectó el sonido de la baliza.
Coronel Von Rohaut
(*) Muchos aviones de caza están equipados con un sistema de trasvase en vuelo o "budy refueling" entre ellos. Aparte del reabastecimiento que todos pueden realizar con aviones-cisterna como el KC-135. En la foto, un "Tornado" inglés reabasteciéndose de otro avión con el sistema, también utilizado por los franceses, de "probe and drogue". El otro sistema, operado por los americanos, es el "boom". Cualquier otro día los explicaré.
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