Ayer, un "destraler", que decimos en catalán, un cortador de troncos llamado Amorebieta, defensa central del Bilbao, le clavó todos los tacos de la bota en la cara de Messi. En un acto de clara agresión ya que tuvo que forzar mucho para levantar el pié, en plancha, muy por encima de donde estaba el balón. Y el arbitro pitó falta pero no le enseñó ni tarjeta amarilla cuando lo que procedía era una roja directa.
Y me recordó cuando el actual e impresentable Presidente de la Federación Española de Fútbol era también defensa del Bilbao, ante un regate de Johann Cruyff que le dejó en ridículo, le atizó un puñetazo en pleno morro. Fruto de su impotencia, de su rabia por no saber, casi, jugar a fútbol, a lo que se dedicaba en lugar de descargar fardos en el puerto de Bilbao.
Y años mas tarde, un delincuente que también se dedicaba a correr por los campos de fútbol, otro "aizkolari" reconvertido en futbolista, un tal Goikoetxea, primero lesionó muy gravemente al entonces barcelonista Maradona y luego al alemán Schuster, mediocampista y posiblemente uno de los jugadores más capacitados y completos que haya jugado en el Barcelona. Y que jamás, después de la muy grave lesión, volvió a ser el que había sido. Ni Maradona ni Schuster eran, posiblemente, unas excelentes personas; pero eran unos extraordinarios futbolistas, lo cual no lo soportan los mediocres y que lo compensan destruyendo.
Ir a Bilbao es ir a la guerra ya que los vascos, que están en su perfecto derecho a sentirse distintos de los castellanos y que no quieran ser españoles, en realidad son la quintaesencia, la depuración alambicada de lo más rústico y primitivo de la "españolidad".
Representado en aquel chiste que dice que una tortilla "a la vasca" es como "a la española", pero con más huevos.
Pues eso: los putos huevos que se los metan por el puto culo...
Coronel Von Rohaut
domingo, noviembre 22, 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Querido Coronel,
No se trata de vascos, ni siquiera de vizcaínos. Sólo son gente del Atlético de Bilbao.
Me permito recordarle que su primera víctima fue Kubala, que estuvo casi toda una temporada lesionado.
Cuando el Barça se ha enfrentado a la Real Sociedad o al Alavés nunca ha tenido problemas ni lesiones.
El único que no lesionó a nadie, fue Villar cuando le pegó un bofetón a Cruiff y hay que reconocer en este aspecto que, la gente del Barça nunca se lo ha agradecido.
General Rogelius
Publicar un comentario