Aparte pruebas y ensayos, puramente científicos o académicos llevados a cabo por pioneros de la astrofísica como los del profesor americano Robert H. Goddard y el profesor alemán Julius Oberth ya iniciados al principio del siglo XX, el uso militar de cohetes tuvo su confirmación práctica con los ensayos del profesor nazi-alemán Werner Von Braun que, finalizada la 2ª Guerra Mundial, fue "fichado" por los americanos y en los USA lanzó y dirigió el programa espacial norteamericano (*).
La opera prima de Von Braun, en el campo de la cohetería balística de uso militar, fue la fabricación y lanzamiento operativo de los cohetes V-2 (**), que llegaron a bombardear la Gran Bretaña desde su base de Peenemünde, en la costa del Mar Báltico. Al finalizar la guerra, se estaban haciendo proyectos para que su alcance permitiera el bombardeo de New York, lo que hubiera representado el primer missil balístico intercontinental que, en realidad, no se consiguió hasta varios años después.
En la foto de arriba una V-2 en el museo de Peenemünde y en la segunda foto, una V-2 original, recuperada íntegra en la rendición alemana, y siendo testada por los americanos poco después de finalizada la guerra.
Historia pura y el inicio de una nueva era, que llevó al hombre a la luna. Era que había nacido en las ensoñaciones y fantasías, más que teorías, si bien tenían un fundamento auténticamente científico, del novelista francés Jules Verne.
Coronel Von Rohaut
(*) Otros físicos alemanes fueron llevados de grado o por fuerza y al terminar la guerra, a la URSS.
(**) Las anteriores V-1 que cayeron más masivamente sobre el Reino Unido, no eran missiles sino bombas volantes no dirigidas (caían cuando se les acababa el combustible, debidamente calculado), propulsadas por motores de tipo pulso-reactor.
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