Profetas. Sus predicciones están en las hemerotecas

Cuando el Real Madrid fichó a Robinho, en plena apoteosis de Ronaldinho en el Barcelona, sagaces periodistas de la capital del Reino, justo después del primer partido disputado por el tal Robinho (que no era mal jugador y, posiblemente, buen chaval), proclamaron a los cuatro vientos y yo mismo se lo escuché, que era el nuevo Pelé. ¡ Ahí es nada! Al poco tiempo lo rebajaron a la altura del propio Ronaldinho y poco después ya lo compararon con el entonces todavía ascendente Leo Messi. Y solo un poco tiempo más tarde, el Madrid lo malvendió por su falta de rendimiento....

Al empezar a jugar en el Real, el holandés Sneijder fue nombrado, por la brillante prensa madrileña, el heredero de Alfredo Di Stéfano. Lo traspasaron al Inter de Milan, donde no rinde mal pero en Madrid no llegó a hacer nada.

Otro holandés, el muy joven Huntelaar, justo recién desembarcado fue adjetivado, por los mismo sabuesos del deporte madrileño, como el mejor delantero de Europa. Lo vendieron al Milan, donde tampoco destaca en nada.

El pasado año, los "cracks" del periodismo deportivo (hey, solo futbolero, ¿eh?) se preguntaban muy seriamente, quién era mejor, Messi (del Barcelona y que a final de temporada fue nombrado mejor jugador del mundo por la FIFA) o Robben (un holandés del Madrid). Ante esa pregunta, el mismo Robben, que se sabía bueno pero no un primera espada, se echó a reír. También al poco tiempo el Madrid lo traspasó por poco efectivo. Ahora, en el Bayern de Munchen, no lo hace mal...

A principios de esta misma temporada, la extraordinaria y perspicaz prensa, radio y televisión madrileña, proclamó, alto y fuerte, que Lass Diarrá y Xabi Alonso (del Real Madrid, faltaría más) eran, seguramente, la mejor pareja de centrocampistas de Europa. Acabo de escuchar por la tele, dicho por los mismos gilipollas, lamechochos o chupaculos, que Lass Diarrá no es jugador digno de vestir la camiseta del Real Madrid.

¡Oh, Señor! ¿Se decidirá alguien con dos dedos de frente, a encerrar a esos pseudo-periodistas emborronadores de cuartillas, analfabetos y representantes de la alta intelectualidad castellana, en algún presidio de alta seguridad en medio del desierto? Por higiene, por salud pública, por decoro...

Y ¡ojo!, que debido a la importancia sociológica que, en España, tiene el fútbol, estos periodistas o voceros del más mesetario madrileñismo, de la profunda y carpetovetónica España, son un referente, un modelo de españolismo, un espejo de una mierda de país.

¡ Pá vosotros, tíos... !

Coronel Von Rohaut