"Tribal Class"

Un amigo, aficionado a las máquinas de guerra como yo, me pregunta por qué no he hablado también de los destructores de la Royal Navy ya que, hasta mediados del siglo pasado, seguía siendo una de las marinas más importantes del globo, cuyos mares había señoreado durante siglos.

Efectivamente, la Navy dispuso al empezar la guerra, de muchas unidades de superficie, pero que le eran insuficientes para proteger sus saturadas vías marítimas de suministro (parte casi principal de la contienda). Contó con la ayuda de su "primo" americano que, mediante cesión, alquiler y/o venta, le suministró decenas de "destroyers" y destructores de escolta (más pequeños), muchos restos de la 1ª Guerra Mundial. También mediante la campaña de construcciones navales de emergencia, el Reino Unidó botó muchos navíos pero, por las urgencias, mas bien pequeños y poco desarrollados. Corbetas y patrulleras o escoltas.

Quizás la clase de "destroyers" más importante, por su poderío armamentístico, medidas (muy similares a los "Fletcher" americanos, si bien con algo menos de desplazamiento) (*) pero con velocidad notable, fue la "Tribal", diseñados por la Vickers Armstrong y construidos por varios astilleros justo antes de la guerra y con conceptos modernos.

Pero, sobre todo, eran mucho más incorfortables que los de la US Navy y otras marinas ya de entonces. Por ejemplo, los "destroyers" británicos, incluidos los "Tribal", tenían el puente de mando descubierto.

Ello les daba una gran visión panorámica de 360º y permitía que los vientos les azotaran la cara a sus comandantes, así como las salpicaduras del agua del mar levantada por los temporales. ¡Qué romanticismo! Igual que los viejos capitanes intrépidos de la gloriosa marina de vela de Su Graciosa Majestad.

Pero navegando por el gélido Atlántico Norte, patrullando frente las costas de Noruega o escoltando convoyes por la ruta hacía Murmansk, ¡qué puta mierda!

Coronel Von Rohaut

(*) Y aún más pequeños y con menos desplazamiento que los "Le Fantasque" franceses.