La pechugona Cerezuela y su pareja, el tenista Carlos Moya, han tenido un hijo (o hija, o lo que sea...). Y un periodista (o sucedáneo) les pregunta si ahora "piensan en casarse".
Yo no tengo nada contra la gente que se empareja, folla y se reproduce sin legalizar su situación. Si bien ante la sencillez de un puro acto contractual civil, la negativa a regularizar una convivencia "de facto" me parece una gilipollez, incluso para las personas refractarias a todo acto religioso y por lo que se oponían a las bodas "por la iglesia" (*).
Pero la respuesta de los gozosos padres, que no piensan en boda "porqué desean ir paso a paso", es una solemne burrada.
Por qué el orden cronológico de "los pasos" ¿no sería primero casarse y luego multiplicarse?
¡ Es que soy un inocente impenitente !
Coronel Von Rohaut
(*) Que tampoco es que causaran ninguna gastroenteritis ni eyaculación precoz....
martes, agosto 24, 2010
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