Contra la opinión mayoritaria de los neoyorquinos que se oponen a lo que consideran un escarnio, un imán, financiado por Arabia Saudita, quiere levantar una mezquita para el culto y la oración musulmana muy cerca de la llamada "Zona Zero", donde fueron derribadas las dos torres gemelas y murieron miles de personas bajo el terrorismo islamista y no hace tanto tiempo.
Ha dicho el presidente Obama "los musulmanes tienen el mismo derecho que cualquier otro a practicar su religión en este país".
¡Oh, sí, y tanto! Pero en cualquier otro lugar ya que hacerlo en el mismo "lugar del crimen", más que una profanación tiene toda la pinta de una inmensa provocación a la población blanca y no musulmana de los USA.
Sobre todo si está pagada por Arabia Saudí, país en el que, solo con que lleves un crucifijo, te meten en la cárcel.
O al Obama le sale su ramalazo musulmán, religión en la que fue educado en su temprana edad, o la está cagando mucho defendiendo una posición neutral o contemporizadora con los enemigos de Occidente.
Coronel Von Rohaut
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