F. Scott Fitzgerald y otros, así como el alemán Erich Maria Remarque.
Pero yo, aquí y ahora, quiero referirme a la generación de brillantes militares franceses que se forjaron en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, ardieron de honor y bravura en Indochina y se calcinaron en Argelia.
Entre ellos el coronel Trinquier, del que ya he hablado aquí, que comandó el 2º Batallón de Paracaidistas Coloniales en Indochina y luego el 3er Regimiento de Paracaidistas de Infantería de Marina en Argelia, puesto en el que relevó al Coronel Bigeard. Antes había sido el asistente del General Massu durante la Batalla de Argel. Se jubiló prematuramente para colaborar con el secesionista Moises Tshombé en la preparación de los gendarmes de Biafra si bien, ante el caos congoleño, renunció y regresó a Francia. Después del "putsch" de los generales, con el que estaba de acuerdo, pidió la baja definitiva de la reserva.
Escribió el libro de contra-insurgencia "Modern Warfare" que fue la base para la formación de los "Boinas Verdes" americanos. El, junto con el luego general Paul Aussaresses, ya la habían aplicado durante la Batalla de Argel.
Y también, junto con las teorías del así mismo coronel David Galula, posteriormente el actual Director de la CIA, el general americano David Petraeus, redactó el vigente manual de contra-insurgencia del ejército USA.
Y ahora ésta generación vuelve a estar de actualidad por dos hechos recientes:
- El comandante Hélie de Saint-Marc, de 89 años, será elevado a la dignidad de Gran Cruz de la Legión de Honor, la mas alta condecoración francesa. Miembro de la Resistencia y oficial de la Legión Extranjera, participó en el "putsch" de los generales en Argelia. Cinco años encarcelado, fue perdonado y luego rehabilitado.
- Y acaba de fallecer, a los 87 años, el coronel Roger Faulques. Oficial de la Legión Extranjera, con 23 años es condecorado en Indochina con la Legión de Honor. Herido tres veces y cinco veces citado. Hecho prisionero por el Viet Minh, lo devuelven moribundo; regresa de Francia y, como capitán, incrementa en dos palmas su condecoración. Luego, en Argelia, actúa como oficial de información en el 1er REP (Primer Regimiento de Paracaidistas de la Legión) y durante la Batalla de Argel algunos le acusan de brutalidad en los interrogatorios. Asciende a segundo comandante del 2ème REP y el gobierno lo envía, para sacárselo de encima y en misión clasificada, al Congo a colaborar, con el Coronel Trinquier y su amigo Bob Denard, en la secesión de Biafra. Nunca regresó al ejército regular, hasta su jubilación en Niza.
Y a Denard y Faulques los cita en su obra el novelista e historiador inglés David Smiley (*), a su vez formado en el SAS, del que se retiró como coronel, y agente del MI6. Entre 1963 y 1967 fue consejero del Imán del Yemen y dirigió, por cuenta del MI6, la fuerza de mercenarios que combatían contra el invasor egipcio (antiguos SAS y belgas y franceses y entre ellos, Faulques y Denard). De ellos dice Smiley "los franceses y los belgas basculaban entre el Congo y el Yemen. En el Congo tenían mujeres y alcohol pero raramente les pagaban; en el Yemen no tenían ni alcohol ni mujeres, pero les pagaban regularmente".
Roger Faulques: miembro de la resistencia, legionario, paracaidista, oficial. Borrado del cuadro de oficiales y luego mercenario. ¿Qué más puede desear un aventurero?
Bella aventura terminada a las 4 de la madrugada de ayer domingo.
Coronel Von Rohaut
(*) A su vez, el escritor John Le Carré escogió este apellido para el héroe de sus novelas de espionaje. Quizás inconscientemente...
4 comentarios:
Si nos ponemos a analizar quien fue el auténtico perdedor de la Segunda Guerra Mundial, mi coronel, está claro que fue Europa en donde todos estos militares, que usted cita, fueron en realidad traicionados. Europa, que ganó la posguerra, está ahora a punto de perder el futuro.
Mi coronel, creo que ha tenido un pequeño lapsus. Moises Tshombé fue presidente de Katanga, no de Biafra. Corrijame si me equivoco
Saludos
Efectivamente, me hice la pixa un lío. Biafra también fue una secesión en la que intervinieron muy activamente mercenarios blancos; especialmente sud-africanos. Pero la de Tshombé era la congoleña Katanga.
Niego que lo mío sea un principio de Alzheimer; de jóven también la cagaba.
Coronel,todo el mundo tienen derecho a equivocarse, incluso usted. Enhorabuena por el blog. Lo leo cada dia. Salut
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