Naturalmente, este banquero, con sus chanchullos, se benefició él y, con toda probabilidad, perjudicó a los accionistas de su anterior banco. Que lo denunciaron a los tribunales y fué condenado a cárcel.
Pasaron los años sin que entrase entre rejas, lo que me hubiera sorprendido brutalmente, y ahora, unos pocos días antes de jubilarse los gobernantes al frente del país que, oh sorpresa, se llaman socialistas, sencillamente le han indultado.
Y aquí paz y allá gloria y viva la madre que los parió a todos, corruptos y vendidos hijos de la grandísima puta.
El pueblo bien, gracias y, como siempre, en babia... (*)
Coronel Von Rohaut
(*) Ya no me atrevo a decir jodidos pero contentos porqué contentos, lo que se dice contentos, ahora ya no lo está casi nadie. Jodidos y engañados, sí.
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