Futbolistas, agentes, directivos y chorizos varios

Supongo que para calentar el próximo "clásico", el primero de esta temporada, sale Don Luis Figo y dice que estuvo muy contento de dejar el Barça por el Real Madrid, donde estuvo mejor, lo que no pongo en duda ya que por aquel entonces dirigía el Barcelona el inepto y mentiroso del Gaspar.

Pero cuando este gitano portugués afirma que no lo hizo por dinero, me sale la risa floja. Ya el Barcelona tuvo que rescatar su contrato para ficharle ya que su agente, tan o más gitano que él, lo había vendido a varios clubs. Y como que el Florentino tuvo (y quiso) que pagar, íntegra, la clausula de rescisión, los dos gitanos portugueses se forraron ya que una parte les correspondía. Y el Barça hizo caja si bien el tonto y embustero del Gaspar la malgastó fichando restos de saldo.

Pero en estas compras y transferencias es donde entrenadores y directivos corruptos o poco escrupulosos, se forran con las comisiones; las legales y las de bajo mano.

Cuando el Barça contrató al ex jugador del "dream team" Eusebio, como segundo entrenador, le dejaron que se trajese de su Valladolid natal un tal Mario, que luego ni debutó pero el Eusebio ya se pudo sacar su "propinita". También el Cruyff, mientras fue entrenador, se hinchó a contratar deshechos y medianías que luego no sirvieron para nada, pero él ya se había hecho su rinconcito. Y el puto Mourinho se harta de fichar portugueses, todos pertenecientes al mismo agente, que es el suyo mira tu qué bien...

Ya en los años 50 del pasado siglo, cuando a mi primo lo quería fichar el Barcelona, el Director Técnico de entonces, el mítico ex jugador Samitier, le exigía un porcentaje de su ficha o, si no, no se hacía la operación. Como que teníamos un pariente en la junta del club, pudimos arreglarlo...

Por esto, cuando los grandes profesionales dicen que sienten los colores y muestran su intenso amor por el club, yo me descojono de la risa. Quizás sí que algunos, por ejemplo los de la cantera del Barça y si son de aquí, además, sientan los colores.

Y también creo que algún jugador, cuando ya tiene su vida solventada, rebaje su sueldo para venir al Barça, con el fín de conseguir títulos y jugar más o menos a gusto. Pero, por lo general, putos mercenarios y más peseteros que la madre que los parió; y si, encima, son gitanos portugueses, ya ni te digo... amigo Figo.

Pero donde rizan el rizo es en Brasil, donde los derechos de un jugador pueden estar repartidos entre varios agentes que lo han contratado, por cuotas, cuando todavía es un niño y con la esperanza de sacarle un rendimiento cuando crezca y si sale mas o menos bueno. Y alguna de estas cuotas o participaciones puede estar en manos de algún banco; ni deporte, ni siquiera espectáculo ni hostias. Pura inversión, negocio, a veces hasta esclavitud encubierta; o como la trata de blancas y prostitución, que si la chica sale guapa y es rentable, incluso ella puede hacerse rica.

Coronel Von Rohaut