Una bendita de Dios, una buena mujer pero con pocas luces como decimos en catalán. Una buena persona pero, seguramente, tonta del culo y digamos las cosas por su nombre, escribe en una carta a la prensa, indignada con Madrid (concepto) pero seguramente cansada de como protestamos algunos catalanes o molesta por nuestra excesiva vehemencia (hay mucho catalán pusilánime, cagado), dice que "¿No sería mejor hacer más pedagogía? Mostrar a los de Madrid nuestra realidad en lugar de hacer espectáculos...?"
Vamos a ver, señora. El Jordi Pujol ha estado más de treinta años haciendo pedagogía. ¿De qué ha servido? ¿Cuanta más pedagogía cree vd. que hemos de hacer? ¿Hasta cuando?
¿Cuántas veces le han de dar pol culo para que se dé cuenta que le dan pol culo y decir basta? ¿Dónde termina el límite de la pedagogía, de la reclamación formal y educada y donde empieza el limite de la dejadez, de la renuncia, de la cobardía?
¡Anda ya, señora! Un poco de seriedad, de vergüenza. Menos "caguetas" y más huevos....
Coronel Von Rohaut
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