Los "maragallistas", que en su día el Pascual ya había predicado para España el "federalismo asimétrico" con el éxito indescriptible que supuso el que hasta le defenestraran de su partido de los sociatas catalanes ahora, de la mano del hermano Ernest y del ex-conseller Castells (sin duda dos buenas personas) quieren ir más lejos (¡hostiputa, qué audaces!) y quieren instituir (*) un partido catalanista y "confederal", al considerar que el federalismo, o la caricatura que de él se ha ensayado, ya está superado. Huele...
Vendría a ser, en más sociata, como la doctrina del unionista Durán i Lleida, si bién éste último casi más estreñido.
Lo triste de esta brillante idea es que llega con años luz de retraso; está apolillada. Lo que hubiera sido una solución razonable hace una década, si aceptada y consensuada con España lo que es metafísicamente imposible (y ya se pudo constatar con la masacre que hicieron del proyecto de nuevo Estatut), ahora es un brindis al sol, pero trasnochado (lo que debe ser el colmo de un brindis al sol).
A estos pobres confederados catalanes se les ha pasado el arroz. A mi hasta me dan pena si no fuera porqué lo que hacen es ponerle palos en las ruedas al carro que vá lanzado hacía la independencia. Que es la "ultima ratio".
Coronel Von Rohaut
(*) Pero esta plataforma la lanzan desde el PSC, cuyo Secretario General ya ha dejado claro que, dentro del equipo de fútbol catalán (él es un charnego, no tanto como el Montilla pero, de lunes a martes...) él prefiere jugar de portero español (junto con la Pepona Alicia) y parar todas las iniciativas que intente el Mas, que ya es bien poco... O sea, no llegarán a ninguna parte.
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