Dos coroneles franceses han escrito un libro sobre la forma de prever los conflictos humanos y para ello se han hundido en la historia.
Yo no lo he leído pero si he encontrado una crítica o resumen que del mismo hace un economista. Y recuerdan que ya Tucídides, alrededor del año 411 antes de Cristo y en su crónica de "La Guerra del Peloponeso", explicaba que las guerras tienen su fuente en "el interés, el honor y el miedo".
Que estos tres círculos siguen articulando las relaciones internacionales y pone como ejemplo que las actuales tensiones entre los USA y la China o Rusia estarían en la intersección del interés y el honor. Mientras que las de las dos Coreas se situarían entre el miedo y el interés. El conflicto larvado entre la China y Taiwan sería por una herida del honor, y que cada fuente genera un tipo de guerra particular.
Cuando entran el miedo y el honor en la ecuación todo se vuelve más complejo; un pueblo puede suicidarse para salvar su honor y se legitima el uso del terrorismo. Al cálculo racional interés/coste se añaden factores emotivos.
Afortunadamente en Europa solo se interfiere con otras potencias por problemas de intereses, salvo en el caso de Irán donde se estaría en la intersección del interés con el miedo.
Cuando la historia nos adelanta hasta el siglo XIX y nos encontramos con von Clausewitz y su "De la guerra", los autores trabajan especialmente sobre su concepto de la trinidad, cuando dice que la victoria depende de tres actores: "el poder, el ejército y el pueblo". En aquel tiempo el pueblo era solo una reserva de medios; las victorias napoleónicas se explican por el sentido político y el genio militar de su jefe y por la demografía francesa.
Esta trinidad no ha variado, pero se ha modificado su orden. El ritmo de la guerra y la condición de la victoria ha cambiado en las democracias modernas. El pueblo ha dejado de ser un mero soporte y con las elecciones y la opinión publica se ha convertido en piedra angular. Por ejemplo, la retirada de las tropas francesas de Afghanistan es la única promesa electoral que ha mantenido François Hollande (*). Luego la condición sine qua non de toda victoria es la superposición de las voluntades del pueblo, del poder y de su ejército; la trinidad se ha invertido.
Entre las democracias este cambio en la trinidad "clausewitziana" hace mas difíciles, ergo improbables, los conflictos mayores entre ellas. ¿Pero qué hacer cuando solo un tercio de las naciones del planeta son democracias, bajar la guardia?
Coronel Von Rohaut
(*) Y yo quiero llevar aquí la retirada de las tropas españolas de Irak, perpetrada por Zapatero.
martes, diciembre 04, 2012
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