Era el nombre que se le daba popularmente a la política neo-colonialista y fuertemente intervencionista en los países africanos ex-colonias francesas y que mantuvieron tanto el centro-derechista Valéry Giscard d'Estaing como el socialista François Mitterrand (uno de los más intervencionistas...).
Nicolas Sarkozy les prometió a los dirigentes africanos que Francia moderaría su falta de respeto a la autonomía y soberanía de tales países, pero siguió actuando, "comme il faut", en defensa de los intereses de "la France". Y si bien eliminó el vocablo "Françafrique" , tan caro a Mitterrand, de sus discursos, todo siguió bastante igual, como había sido bajo Chirac. En el inestable Niger la firma francesa AREVA tiene sus principales minas de uranio y Francia depende en un 80% de la electricidad de origen nuclear.
En su campaña electoral el socialista y "gili-progre" François Hollande prometió romper con la "Françafrique", pero sigue enviando tropas allí donde haga falta.
¿Porqué qué ha de hacer si sus multinacionales o industrias estratégicas le piden ayuda para proteger intereses económicos agrícolas y mineros, así como a expatriados o personal técnico y obreros cualificados destacados en países "raros" como Niger (uranio), Mali (oro y algodón), Centrafrique (oro y diamantes de gran valor), Sénégal (quimicos y fosfatos, algodón, cacahuetes), Gabon (petróleo, maderas, manganeso y uranio), Côte d'Ivoire (primer productor mundial de cacao, café y piña tropical), etc.?
Pues mandar la Légion, o los "para-colos", como siempre...
Coronel Von Rohaut
jueves, enero 03, 2013
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