Hace ya muchos años que los charnegos del PSC (que forman el grueso de su militancia y todo hay que decirlo) echaron de la cúpula dirigente a los socialistas históricos catalanes (encabezados entonces por el Obiols).
Ahora y para rematar la faena, el Antonio Balmón Arévalo, sucesor del Montilla como alcalde de Cornellá (en el Baix Llobegat, y patria de los hermanos "Estopa"), mano derecha del actual Secretario General Pere Navarro, simplemente a los que quedan los quiere echar directamente del partido. Una especie de limpieza étnica, pero donde los forasteros avasallan a los nativos u oriundos.
Y ya solo falta esperar que a su comarca la quieran rebautizar como "Bajo Llobregat" (o directamente como afluente del Guadalquivir).
Hay un viejo y muy adecuado dicho catalán que reza "De fora vingueren que de casa ens tregueren". Que también puede decirse: "Hostes vingueren que de casa ens tregueren" o sea, los "Huéspedes nos echaron de casa...".
Coronel Von Rohaut
martes, agosto 27, 2013
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3 comentarios:
No es posible entender una Cataluña con el actual nivel de población sin la aportación de fuera (sería un tercio) y no tengo en cuenta en el cálculo la aportación de ajenos a España.
En realidad lo que está pasando en el PSC es lo normal. Si la mayoría de los votantes son charnegos es normal que la dirigencia también lo sea. De hecho gran parte de esa dirigencia catalanista provenía de un partido izquierdista y catalanista y no del PSOE. Pero el PSOE en los años 70 realizó un proceso de fusión de partidos izquierdistas moderados. Como el partido del "viejo profesor" en Madrid. O EE en vascongadas, aunque este ya en los años 90.
En realidad no se trata de aportación si no de sensibilidad.
Un partido de Catalunya que no se siente catalanista, ni es catalán ni es nada.
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