La revuelta de "els segadors"

Las tropas castellanas que guerreaban contra los franceses por tierras catalanas en los años 1640 y con motivo de la "Guerra de los 30 años" (*), saqueaban y violaban a los habitantes de la tierra que les acogía (y que estaba obligada a alimentarlas). Ello propició la revuelta o levantamiento de los segadores o labradores catalanes, contra los intrusos/malhechores castellanos, a los que Dios confunda.

Y el desprecio por lo catalán sigue hoy en día, como cuando el Rajoy, un gallego renegado y españolizado, ignora a su vez la tierra que le acoge. Y cuando, hace pocos días, visita la isla de Mallorca, dice que es "la isla de Palma". Cuando Palma de Mallorca (o "Ciutat" como la nombran sus vecinos concienciados) no es más que la capital de dicha isla y no la isla en sí misma, como todo el mundo sabe.

Claro que no hace falta que en Mallorca o en el conjunto de las Baleares vengan de fuera a despreciarlos; ya lo hacen sus propios dirigentes, como el presidente autonómico Bauzá (en realidad nacido en Madrid e hijo de madrileña), quien tiene un verdadero odio cerval a todo lo catalán y está empeñado en extirpar, de "ses Illes" (las islas Baleares), todo vestigio de catalán, empezando por su lengua propia a la que persigue para eliminarla, iniciándolo por su enseñanza, que quiere prohibir en las escuelas.

Tal y como ya vienen haciendo (y consiguiendo) los malos valencianos en el País Valenciano.

Y tal como quieren hacer, en la misma Catalunya, los "peperos", "ciudadano's" y demás púrria españolista. Ya no digamos el ministro Wert y todas las falanges anticatalanas, "brunetes" mediáticas mesetarias, y demás bastardos cagamandurrias que por España pululan tal cual si fueran una "plaga bíblica egipcia".

Debería volverse a autorizar el uso del "DDT", para fumigar a tanto bicho pestífero y pestilente. O volver a coger y levantar las hoces, bien afiladas, contra nuestros invasores y saqueadores...

Coronel Von Rohaut

(*) Que acabó con la "Paz de los Pirineos" por la que el rey castellano no tuvo ningún empacho en regalarle al rey francés la Catalunya Nord (las comarcas catalanas del Rosselló, parte de la Cerdanya, el Conflent y el Vallespir).
¡Claro, como que no era, ni jamás había sido suya, la regaló!
Y los monarcas y dirigentes castellanos que han venido reclamando la devolución a España de Gibraltar, jamás han movido ni el dedo meñique por la devolución de una parte de Catalunya que nos fué amputada. ¡Muchas gracias, chatos...!