Pero después que, en 1898, la flota americana del Comodoro Dewey (luego ascendido a contraalmirante) en la Batalla de Cavite (Filipinas) hundiera con sus barcos modernos a los viejos y herrumbrosos buques de la flota española de ultramar (tan oxidados como el propio país, salvo los que todavía eran de madera...), la flota americana del Almirante Samson, en la bahía de Santiago, en Cuba, se llevó por delante los viejos cruceros pesados del Almirante Cervera.
Pero en estudios posteriores se resaltó que no solo los buques americanos eran superiores, si no que las tácticas de los mandos españoles fueron, muchas veces, erróneas.
Humana y materialmente, la España del 98 era un país en ruinas, atrasado y anticuado.
Casi tan atrasado y anticuado como, humanamente, lo es ahora, en su vertiente hispano-castellana. ¡Qué quieres que te diga!
Coronel Von Rohaut
martes, agosto 13, 2013
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