Por contra a mi, el castellano, bella lengua donde las haya y ni que sea, en muchos lugares del mundo, una lengua de jardineros y criadas, siempre me ha gustado mucho y ni me causa diarrea ni ningún otro trastorno digestivo (pedos, eructos, etc.).
Sí me hacen "cagar patas abajo" los gilipollas como el tal Marhuenda (un "pelota" del Rajoy, analfabeto y desenfrenado). Pobre diablo fanático y desequilibrado y que, si no lo fuera como yo le acuso, entonces mucho peor. Porqué, sencillamente, sería un terrorista de la palabra (*).
Coronel Von Rohaut
(*) Como muchos más de la estirpe del Jimenez Losantos (Carlos Cuesta, Alfonso Merlos, Javier Algarra, Xavier Horcajo, J.J. Esparza, García Serrano, etc.) ¡Santo Dios, cuanta mierda puede reunirse en un espacio tan intelectualmente limitado como es la ciudad de Madrid! (Y esto que ya ni cito a las hembras de esta cuadra que, las pobres, dan más pena que asco...)
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