Algunas veces me encuentro que, al hablar con alguien de algo que los dos hemos leído (o visto o escuchado por la radio o la tele) y a veces en la misma fuente, el otro lo ha entendido distinto, o no lo ha entendido, o lo ha entendido al revés que yo.
Si esto me sucediera siempre y con todo el mundo, yo debería asumir que la culpa es mía; que tengo alguna tara en mi sistema cognoscitivo. O que soy gilipollas...
Pero como que solo me sucede con algunas personas y de perfil muy concreto, he de dar por buena la conclusión que, los imbéciles, siempre son los otros...
Coronel Von Rohaut
sábado, julio 19, 2014
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