Ahora que se conmemora el 70º aniversario de la desaparición sobre el Mediterraneo y en acción de guerra del piloto y escritor Antoine de Saint Exupéry, viene al caso volver a escribir sobre la Edad de Oro o épica de los pioneros de la aviación comercial.
La compañía Latécoère fue de las primeras industrias aereas de Francia y con instalaciones en Toulouse. Fueron famosos, entre otros, sus hidroaviones.
Con sus propios aviones y nombre inauguró los primeros vuelos postales desde Francia hacía el sur, sus colonias de Africa y el salto a Sudamérica, cruzando el Atlántico Sur.
El primer vuelo postal, en 1918, unió Toulouse con Barcelona. Un año después llegó a Casablanca, en Marruecos, y en 1925 ya llegaba a Dakar, Senegal (el vuelo sobre el desierto ya era una gran aventura). En 1927 y con la compañía transformada en la Aéropostale (antecesora de la actual "Air France" creada en 1932) inició los vuelos regulares entre Natal y Rio de Janeiro, en el Brasil, donde el correo, desde el Senegal, llegaba en barco a vapor. Y en 1930 y utilizando hidroaviones Latécoère con motores Hispano Suiza, inauguraron los vuelos "non stop" sobre el Atántico Sur y haciendo todo el servicio postal por aire.
Antes ya habían prolongado las líneas americanas hasta Paraguay, Argentina y Venezuela y, sobrevolando los Andes, otra gran aventura, llegaban a Santiago de Chile y Tierra de Fuego.
Los pilotos, ex ases de la IGM, y que iniciaron todos estos vuelos y creando las rutas, fueron Jean Mermoz, Antoine de Saint Exupéry (que los hizo famosos con sus novelas autobiográficas), Henri Guillaumet, y otros.
Y los aviones, diversos modelos de Bréguet, Farman y los propios Latécoère.
Después de la IIGM y siendo obsoleto el concepto de hidroavión (la especialidad de Latécoère) dicha firma abandonó la construcción de aeroplanos pero todavía existe, como subcontratista de Airbus, Boeing, etc.
Coronel Von Rohaut
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