Cuando en 1933 se instituyó el Impuesto sobre la Renta por parte del entonces Ministro de Hacienda de la Segunda República, el político catalán de ERC Jaume Carner, el máximo contribuyente a la Hacienda española fue el industrial algodonero catalán Carles Tolrá, con fábricas en Castellar del Vallés (arriba) y fabricante de las, hasta hace poco, afamadas sábanas "Viuda Tolrá" (de las mejores que han habido en el mercado).
Le seguían, no sé en qué orden, el tambien industrial algodonero Eusebio Bertrand Mata, Miguel Mateu Pla que era comerciante de hierros y fabricante de coches (Hispano Suiza), etc.
Claro que en España habían otros magnates tan o más ricos que los anteriores catalanes (*), grandes rentistas y terratenientes castellanos y andaluces con inmensas fortunas pero que ni producían bienes, ni daban trabajo al pueblo, ni cotizaban casi nada a la Hacienda Pública.
Como siempre, en España se ha castigado a la economía industrial y productiva, mientras que aristócratas pedantes y terratenientes haraganes, financieros corruptos y especuladores mamandurrias, apoyados por las grandes dinastías de Funcionarios Públicos hispano-castellanos (Administradores Públicos y Recaudadores, Abogados del Estado, Generales espadones, Políticos profesionales y cantamañanas, Jueces y Registradores, etc.) han gobernado el país, se lo han repartido y han vivido a su costa.
¡Malditos roedores...!
Coronel Von Rohaut
(*) Que la mayoría y antes, durante y terminada la guerra civil, abrazaron el franquismo, por ideología o por supervivencia como clase (y no les puedo culpar, ni a todos ni del todo...).
miércoles, enero 14, 2015
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