Eran la "Font del Cuento" y la "Font d'en Fargas" (esta ultima, imagen de abajo, con agua que se había llegado a embotellar y comercializar y en cuyos parajes mi abuelo había llegado a ir a cazar, cuando Barcelona era poco más que un pueblo).
También se podía encargar una butifarra a la brasa y con allioli que allí, en la "Font del Cuento" probé por primera vez cuando tendría 4 o 5 años. A mi el allioli me daba un poco de manía pero la butifarra ya me entusiasmaba; y mi tío Ernest (mi padre estaba entonces prisionero en un campo de concentración alemán) conocedor de ello cogió un trozo de butifarra que mojó generosamente en el allioli y me lo ofreció.
Me lo zampé de un bocado y desde entonces no he parado...
Si ahora de estas fuentes todavía manase agua, que lo dudo absolutamente, no sería potable ya que ambas se encuentran, casi, en pleno centro urbano de Barcelona-ciudad y, por lo tanto, contaminadas que te cagas...
Coronel Von Rohaut
(PS) El subsuelo de Barcelona es inmensamente rico en aguas freáticas y de alguna estación de metro han de estar bombeándola continuamente para que su afloramiento no cause inundaciones. Una parte se utiliza para riego de parques y jardines (pero creo que se aprovecha poco) y, obviamente, ya no es nada potable para consumo humano. Hasta no hace muchos años todavía quedaba alguna fuente o manantial urbano, alguno en el interior de casas particulares, que la gente (mis suegros en Sarriá) iba a comprarla, como el manantial Renart de la calle Major, agua que llegaba canalizada desde el pié del Tibidabo...
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