Muchos dirigentes del gobierno central (y tertulianos televisivos y radiofónicos, ratoniles y analfabetos, así como periodistas panfletarios), acusan el "proceso catalán", de "golpe de estado". Pero un golpe de estado, generalmente mediante un pronunciamiento o levantamiento militar (Espartero, Narváez, Pavía, Primo de Rivera, Franco), es una operación para adueñarse ilegalmente del poder o cambiar el régimen.
Lejos del pensamiento catalán de apoderarse del gobierno de España.
Para nada, su estado español (¡uff, qué asco!) que se lo confiten y se lo coman con patatas.
Que nosotros, lo que queremos, es irnos, separarnos de él, independizarnos y recobrar nuestra libertad y soberanía, arrebatadas en su día por la fuerza de las armas y mantenidas hasta hoy mediante, entre otras cosas, por una inmigración y una demografía invasora y ocupante...
Y el Rajoy no para de decir que el referéndum del 1º de octubre es un "ataque a la democracia española".
Para nada, su democracia que, por cierto es una mierda de democracia (*), que se la metan por el agujero del culo y cuanto más honda mejor... No la atacamos ni la queremos destruir, que se la queden pero para ellos solitos y que les haga buen provecho.
"Bueno, pues molt be, pues adiós"
Coronel Von Rohaut
(*) Sin separación de poderes, libertad de pensamiento, ni nada, y que ya el viperino y rastrero Alfonso Guerra confesó, hace años, que Montesquieu había muerto; ellos, los dirigentes castellanos, lo habían asesinado...
domingo, septiembre 03, 2017
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