Primero me tragué al Cristiano Ronaldo que juega dandose besos (pero chuta bien, el jodido; no jugar, que esto lo hace el Messi, pero si su chutar, que lo hace de coña...).
Y luego vi el Francia-Australia, con el Didier Deschamps en el banquillo, ejemplo de cuando la selección gala era franco-francesa (con alguna incrustación bereber, española e italiana), pero ahora es casi toda afro-francesa (y sub-sahariana...), con jugadores de nombre salvaje tipo Ala Ula Papaula (Mbappé, Umtiti, Dembélé, Pogbá, etc.) o cristianizados por su paso por la esclavitud caribeña de la caña de azúcar (como Thierry Henry, Raphaël Varane, etc.).
Pero todos con fibra muscular genética, recién bajada de los árboles...
Coronel Von Rohaut
sábado, junio 16, 2018
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