El Pablo Casado ha venido a Barcelona para, bravamente y en nuestra propia cara, pedir se nos aplique nuevamente el Art. 155, para "frenar a los secesionistas".
Yo, humildemente, solicito se le meta a él en la cárcel, incomunicado y sin fianza, "para frenar a los sinvergüenzas forajidos e hijos de puta" (*).
Y recuerdo que el Casado es heredero de un gobierno central que, desde el año 1978, no ha hecho ni un solo kilómetro nuevo de ferrocarriles de cercanías en Catalunya, como ha recordado Quim Torra en la inauguración, con gran retraso por falta de dinero, de un pequeño tramo de metro en Barcelona por parte de la Generalitat (el metro de Madrid, financiado por el gobierno central con gran parte de dinero expoliado a los catalanes, es faraónico y hasta llega a zonas rodeadas de la nada).
Y Torra, pensando en Pedro Sanchez, ha dicho: "Menos envíos de antidisturbios y más inversiones y kilómetros de ferrocarril y metro".
Pero, con los castellanos, todo es clamar en el desierto.
Coronel Von Rohaut
(*) También quiero recordar que su jubilado jefe, el Mariano, se vanagloriaba, hace muy poco, que en todo el tiempo de su gobierno, no le traspasó ni una sola nueva competencia a la Generalitat de Catalunya. Pero eso sí, metió en la cárcel a varios de sus políticos sin haber cometido ningún delito...
¡O sea, y se confirma, de Madrid y desde hace siglos, solo nos llegan agravios, males y humillaciones!
domingo, septiembre 09, 2018
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