De los organismos judiciales hispano-castellanos, basado en un relato policial falso e inventado, comprado por los políticos castellanos y propagado por los tertulianos, panfletistas y difamadores profesionales, en que se carga sobre las victimas (dirigentes independentistas y catalanes nacionalistas en general) la culpa de la violencia de la que son objeto pasivo.
Claro que el Tribunal de Orden Público franquista jamás fue derogado; solo le cambiaron el nombre por el de Audiencia Nacional.
España, un estado policial, pre-democrático, autoritario e inquisitorial...
¡No es Justicia, es escarmiento!
Coronel Von Rohaut
(PS) En la imagen, auto de fe de Berruguete, presidido por Santo Domingo de Guzmán, castellano puro, en el Museo del Prado.
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