Yo mismo y muchas veces, me he acusado de racista, homófobo, y me he confesado un poco machista.
Pero en una época oscura pero no tan lejana, en la que las mujeres casadas en España precisaban el permiso de su marido para solicitar un pasaporte individual (y España no era la Arabia Sudita...) e incluso necesitaban la autorización de su marido para abrir, con su dinero, una simple cuenta corriente en un banco (y el Banco de Bilbao fue el que durante mas tiempo mantuvo esta humillante obligación...), quiero recordar que, ya desde el primer día de nuestra boda, mi esposa, la Pili, salió sola a cenar con sus amigas (igual que hacía yo con mis amigos) siempre que le dió la gana y, ni por un momento, se nos pasó por la cabeza que tuviéramos que pedirnos permiso...
¡Faltaría mas...!
Pero he querido recordarlo en mi defensa, que yo soy muy bueno, coño... y eso que eran otros tiempos...
Coronel Von Rohaut
(PS) Y yo tenía amigos que no dejaban salir solas a sus esposas y amigos (uno recientemente fallecido) que tenían que venir a cenar a escondidas de su muy celosa esposa...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario