Todos los medios de comunicación, a raíz del estreno de la película "Invictus" de Clint Eastwood, se recrean y posiblemente con mucha razón, en alabar la visión de Nelson Mandela que supo salir del "apartheid" vigente en Sudáfrica y cambiar el país a la "Black Rule" o gobierno de la mayoría negra, sin sangre ni demasiados daños (para la propia mayoría negra, precisamente, ya que si todos los blancos se hubieran dado a la fuga, como tuvieron que hacer en Rhodesia, -ahora Zimbawe- allá les iría...).
Y por descontado que Nelson Mandela fue un gran político y estadista, ante el que me descubro. Pero en los mismos artículos encumbratorios podrían aprovechar, para poner las cosas en su lugar, hablar un poco del actual dirigente sudáfricano, el Zuma, que por lo visto no aprendió nada del Mandela y que practica la poligamia más descarada y, en un país azotado por la plaga del SIDA, presume de lo mucho que folla y que con una ducha después del polvo ya se ha inmunizado contra dicha enfermedad.
"Estadista" de primer nivel y hombre "culto" que te cagas, que ahora acaba de tener su 20º hijo conocido, extramatrimonial a pesar de tener 4 o 5 esposas legales, y fruto del polvo que le echó a la hija de un amigo suyo. Amigo millonario que, como vive de los contratos del estado, debe estar orgulloso que los polvos amancebados de su puta hija le aumenten la fortuna.
Esto si que es todo un "buen ejemplo" para los negritos del África (*). Gentes cuya "cultura" distinta dicen hemos de respetar.... ¡ Y una mierda, cerdo de negro salvaje !
Coronel Von Rohaut
(*) A los que, sin duda, les iría mejor con las enseñanzas del "Domund". A la vieja Europa, la moral judeo-cristiana no le ha ido tan mal para su civilización y progreso, con perdón...
martes, febrero 02, 2010
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